¿Por qué (re)leer el comité invisible?

Pierre Belivisin

Publicado el 14 de noviembre del 2019 en Lundimatin
Traducción de Fuga Nómada.

El texto que aquí compartimos, fue una invitación hecha con motivo al aniversario del movimiento francés de los Chalecos Amarillos. Este aniversario se anunció con gran ímpetu, ya que se daba a la par con la llegada de la huelga general indefinida de varios sectores sociales en Francia, la cual ha sido una de las huelgas más fuertes de los últimos años. Así mismo, latinoamerica experimentaba una explosión de revueltas sociales de las más significativas en los últimos tiempos. En estos momentos, en los que el paradigma soberano de la excepción, se conjuga con la hipótesis cibernética de gubernamentalidad, hacemos un llamado al cuidado, pero también a mantener resguardada la potencialidad de los encuentros y sus cuerpos, la palabra y su comunión, el abrazo y la presencia de su fuerza insurrecta;  de este modo queremos recordar que la llama aún no se apaga, y que el Aislamiento Social Preventivo, puede devenir en un Alzamiento Social Pirotécnico.


Los chalecos amarillos, que esperan celebrar dignamente un año de lucha histórica, han comprendido muy bien que la manifestación no era una manera de calcular, sino una forma de tender hacia la acción directa. En cuanto al llamado a un paro laboral, iniciado por las centrales sindicales, los trabajadores y militantes preparados para defender la conquista social que les han legado sus antepasados, lo saben bien, se necesitará más que un desfile donde se cante la revolución; esta vez habrá que hacerla. Si la insurrección que viene(2007), primer libro del Comité invisible, tuvo un eco hasta fuera de las esferas militantes de izquierda, las dos otras obras del Comité invisible, A nuestros amigos(2014) y Ahora(2017)  aún permanecen poco conocidas. Sin embargo, todas tres funcionan conjuntamente. De los disturbios de los Banlieue(2005)¹ al movimiento Nuit Debout de 2016², pasando por las luchas contra el CPE³ en el 2006, el Comité Invisible aporta cierta visión del mundo y de la lucha. Esta es la razón por la que es necesario (re)leer el Comité Invisible

 Cierta idea de la economía

Acto V de los chalecos amarillos, la noche cae sobre la plaza de la  República en París. Los manifestantes se reagrupan, decididos a hacer de esta jornada eso que ella debía ser: una revolución. Un militante encapuchado se aferra a la estatua en el centro de la plaza y grita ‘¿Qué rompemos?’ otra persona le responde ‘¡la carretera!’ La sorpresa gana al pequeño grupo reunido. Sin embargo, ¿Qué podría ser más evidente? este militante había tomado nota del cambio en la economía. “El poder reside actualmente en las infraestructuras de este mundo. El poder contemporáneo es de naturaleza arquitectónica e impersonal, y no representativo y personal”. (A nuestros amigos). El poder reside ahora en la administración de los flujos de mercancías y de personas. Él está por todas partes alrededor de nosotros, “nadie lo ve porque cada uno lo tiene en todo momento bajo los ojos, bajo la forma de una línea de alta tensión, de una autopista, de una rotonda, de un supermercado, de un programa de informática. El poder es la organización misma de este mundo, este mundo artificial. La verdadera estructura de poder, es la organización material, tecnológica y física de este mundo. El gobierno ya no está en el gobierno”. (A nuestros amigos)

Las manifestaciones más claras de los cambios en el poder son la afirmación y el crecimiento de las metrópolis que actúan como servidores, los lugares de conexión de flujos. La metrópolis no es simplemente “el teatro de la confrontación, ella es el medio. El primer gesto para que algo pueda surgir en medio de la metrópolis; para que se abran otras posibilidades, es detener su perpetuum mobile.”(La insurrección que viene). El bloqueo y el sabotaje son, por tanto, las herramientas más eficaces para las personas que han tomado en cuenta estas modificaciones. “Bloquearlo todo, es de ahora en adelante, el reflejo de todo lo que se alza en contra del orden presente. En una economía deslocalizada, donde las empresas funcionan en flujo extendido, donde el valor deriva de la conexión  en red, donde las autopistas son los enlaces de la cadena de producción desmaterializada, que va de sub-contratista en sub-contratista y de aquí a la fábrica de montaje, bloquear la producción es también bloquear la circulación.” (La insurrección que viene). Tenemos que volver a aprender de los obreros, que disponen de los conocimientos técnicos estratégicos, sobre la manera como funcionan estas infraestructuras, “la potencia del obrero permanece: quien sabe hacer funcionar un sistema sabe también sabotearlo efectivamente”. (A nuestros amigos). 

La próxima vez, organicémonos para romper la carretera sin tener que preguntárselo. 

Cierta idea de lo político   

“Político nunca debió convertirse en un nombre” (Ahora). Hay conflictos, declaraciones, momentos que son políticos, no existe esfera autónoma de lo político. Es precisamente la autonomización de la “política” en lugares que le son ficticiamente consagrados, una asamblea nacional, un gobierno, la que conduce “a un uso social del lenguaje” y devela una cosa: la política ya no cree en nada. Adaptarse al mercado, ser “pragmático”, son las dos tareas esenciales que incumbirían a la política. Pero es porque la esfera de la política ya no cree en nada que nadie cree en ella. “Una fuerza política verdadera no puede construirse más que de cercano en cercano y de momento en momento, y no por la simple enunciación de finalidades.” (Ahora). 

Acabar con la política implica poner fin a la sociedad. “El vago agregado de medios, de instituciones y de burbujas individuales que se ha llamado por antífrasis sociedad no tiene consistencia porque ya no hay lenguaje para la experiencia común. (…) Todos los ‘¿Qué tal?’ que se intercambian a lo largo de un día hacen pensar a otras tantas tomas de temperatura que, en una sociedad de pacientes, se administran unos a otros.(La insurrección que viene). Frente a los vínculos ficticios que nos propone el mundo actual, preferimos el encuentro, hacernos visitas, forjar vínculos más consistentes. Decidamos colectivamente dejar “por fin, el reino de los comités de base” y vayamos a lo común, a las comunas. “Y si es posible una multiplicidad de comunas que sustituirían a las instituciones de la sociedad: la familia, la escuela, el sindicato, el club deportivo” (La insurrección que viene). 

¿Quiénes son los nuestros?

Los disturbios de los Banlieue en el 2005 son ricos en aprendizajes. En toda acción, ahí donde uno se organiza, las organizaciones están siempre demás “todo movimiento social encuentra como primer obstáculo, mucho antes que a la policía propiamente dicha, a las fuerzas sindicales y a toda esa microburocracia cuya vocación es regular las luchas. (La insurrección que viene). Los ejemplos de organizaciones partidistas o sindicales jugando al  rol del <<manipoli>>4no escasean. El 1ero de mayo y el movimiento contra las leyes del trabajo, han permitido a la CGT ilustrarse negociando los trayectos de la manifestación, permitiendo fácilmente a la policía separar a quienes encabezan la marcha del resto de la manifestación. 

Las más recientes acciones de ocupación como aquellas de Chatelet o de Italia, han dejado al descubierto a los cuadros de Extinction Rebellion al revelar a todos la gran admiración que tienen por el trabajo policial. Frente a las organizaciones, auto-organicémonos. Los primeros reflejos actuales de los pocos ejemplos de auto-organización, consisten en votar, en votar rápido y bien. “Nuit Debout se parece finalmente a un parlamento imaginario, una suerte de órgano legislativo privado del ejecutivo, y por lo tanto, a una manifestación pública de impotencia.(…)Ese es el inmenso mérito que hay que reconocer a Nuit Debout, haber hecho de la miseria del asambleísmo ya no una certitud teórica, sino una experiencia vivida en común.”(Ahora) Dejemos a las centrales sindicales y partidistas entregarse al juego de la negociación y reforzar, de esta manera, las fracturas entre la base y la élite sindical. Dejemos las asambleas interminables a aquellas y aquellos que tienen el tiempo.”Dejemos que la acción nos tome” (A nuestros amigos) en lugar de intentar en vano crear a partir de la nada una acción. 

Cierta idea de la acción

El movimiento de los chalecos amarillos ha permitido hacer estallar abiertamente  que “los desfiles arrastrando los pies incumbían a la pacificación mediante la protesta” (Ahora). La manifestación debe permitir ser una base para poner en marcha las acciones directas. El disturbio es formador porque da a ver. Todos los discursos encendidos en la Bolsa del Trabajo, en las asambleas sobre la nocividad del capitalismo toyotista, financiero, neoliberal  en función de las obediencias que se han apropiado de lo micro, “son nada ante la visión del escaparate de un banco hecho pedazos y emborronado con la pinta: “¡Toma tus comisiones!”. (Ahora) El disturbio es formador porque él es capaz de producir “eso que esta sociedad es incapaz de engendrar: vínculos vivos e irreversibles. Los que se detienen en las imágenes de violencia pierden todo eso que se juega en el hecho de tomar juntos los riesgos de romper, pintar y enfrentar a los tombos. Nadie sale jamás ileso de su primer disturbio.” En el disturbio hay producción y afirmación de amistades. “El disturbio es deseable como momento de verdad. Él es la suspensión momentánea de la confusión: entre las lacrimógenas, las cosas son curiosamente más claras y lo real se vuelve, por fin, comprensible.” (Ahora) .

El disturbio no es el objetivo de nuestras operaciones, sino un medio para acceder a un objetivo que de lejos lo excede. “Un alzamiento insurreccional no es quizá nada más que una multiplicación de comunas, su conexión y su articulación.” (la insurrección que viene). Resistir, ocupar, organizarse son los principios mismos de una revolución. La lucha por la emancipación sigue siendo una lucha sin fin.

Para aquellas y aquellos quienes han optado por comprometer su cuerpo en la insurrección en los meses que vienen, recordemos una cosa: “el coraje no es nada, la confianza en el propio coraje lo es todo.”  


Pierre Belivisin 


1. Los disturbios de los “Banlieue”, o de los “suburbios”, se iniciaron el 27 de octubre del 2005 tras el asesinato de dos jóvenes musulmanes que eran perseguidos por la policía francesa en Clichy-sous-Bois, suburbio de París. Estos disturbios no tardaron en expandirse por el territorio francés y otras ciudades de europa debido, en gran parte, a las declaraciones del entonces ministro del interior, Nicolas Sarkozy, que se había referido a los manifestantes como “escorias”.
2.  El Nuit Debout o “Noche en pie” es un movimiento social francés que se origina en la en la plaza de la República de París como parte de la lucha iniciada por el movimiento contra la ley del trabajo. Este pretendía generar, a partir de la constitución de comisiones y espacios asamblearios,  una convergencia de luchas
3.Conseiller principal d’éducation
4.”Maniflic” – “manifestant-flic” -”Manifestante-poli”
François Dupuis-Déri, Les Blacks Blocs, éditions Lux, 2007.