«Okupar la injuria como acto político de resistencia, como conjuro acidodevastadormenjurjecontrafachxs, es por ello que devenimos criminales, vandalxs, terroristas, todo lo que sea nocivo para el aparato de estado, no nos interesa la buena fama, si no puedo ser violenta, no me interesa tu revolución. Abortamos los deseos de ser normales, correctxs y moderadxs. Si el devenir feminista deja de ser peligroso, incómodo, escalofriante, grano en el culo…simplemente desertaremos y devendremos otros cuerpos que si desaten explosivos en su caminar, o crearemos otros afectos que sea nocivos para la sagrada salud de este mundo.»