Poema de Albert Libertad, tomado de su libro Contra los rebaños, contra los pastores:
Resignados, mirad, escupo sobre vuestros ídolos; escupo sobre Dios, escupo sobre la patria, escupo sobre Cristo, escupo sobre las banderas, escupo sobre el capital y sobre el becerro de oro, escupo sobre las leyes y los códigos, sobre los símbolos y las religiones: no son más que juguetes de los que me burlo, de los que me río… No son nada salvo gracias a vosotros; abandonadlos y se harán migas. Sois, pues, una fuerza, oh resignados, de esas fuerzas que se ignoran, pero que no por eso dejan de ser menos fuerza, y yo no puedo escupir sobre vosotros; no puedo sino odiaros… o amaros.
Por encima de todos mis deseos, tengo el de sacudiros la resignación y despertaros con furia a la vida. No hay paraíso futuro, no hay porvenir, no hay más que el presente.